La semana que viene, día 24 de octubre, hay huelga general en el sector de la educación, y lo peor es que ya estoy empezando a escuchar los clásicos comentarios, típicos de muchos compañeros, como “hacer huelga no vale de nada”, “no nos van a hacer caso, para que ir”, “no voy a perder un día de clase para que luego no sirva de nada”, “para que ir a la huelga, si luego van los cuatro chalaos de siempre” y, la peor de todas, “que bien, un día de huelga, hoy todo el día en casa jugando a la play”.

Y yo me pregunto, ¿cómo es posible que nuestra generación, la mejor formada de la historia de nuestro Estado, que todos hemos estudiado siendo más jóvenes como a base de huelgas, movilizaciones y lucha de las clases menos pudientes, hemos conseguido la inmensa mayoría de los derechos que actualmente tenemos? ¿Cómo esta generación, en su mayoría hijos de obreros y obreras, que han conseguido la formación que tienen gracias a la dura lucha de sus padres y abuelos pueden tener esa mentalidad tan pasiva, y dejar sin mover un solo dedo, que se carguen esta Universidad pública que tantos años nos ha costado tener en nuestra región?

No olvidemos que, además en el caso de la Universidad de Castilla-la Mancha es, si cabe, muchísimo más grave que la estemos dejando morir sin mover apenas un dedo, ya que es una universidad muy muy joven, que apenas tiene treinta años de historia. No olvidemos que mientras ciudades como Madrid, Salamanca, Barcelona, Murcia, etc. tenía ya a finales del siglo XIX (sino mucho antes) una o más universidades, en Castilla-La Mancha no la tuvimos hasta finales del Siglo XX… ¿De verdad vamos a dejar esta universidad morir sin mover un solo dedo? ¿De verdad vamos a permanecer los estudiantes de la UCLM impasibles viendo cómo nos han recortado las becas, nos han subido las tasas, han privatizado la gestión de nuestras residencias públicas y un largo etcétera (que ha provocado que gran número de estudiantes hayan tenido que abandonar sus estudios por motivos económicos), de verdad lo vamos a permitir?

Desde luego, para lo único que no hay razones el día 24 de octubre, es para quedarse en casa y no ir a la concentración que hay convocada a las 11:30 enfrente de la Facultad de Letras.

¡Por una Universidad pública, gratuita y de calidad!